La base de toda civilización debería ser su educación y su cultura y aquí no encontramos otra cosa que la clara apuesta de Israel por contar con un sistema educativo de altísima calidad que forma parte de su identidad. En 1918, 30 años antes de la propia fundación del Estado de Israel, los colonos judíos fundaron la Universidad Hebrea de Jerusalen y hoy el país cuenta con una de las mayores plazas de población con estudios universitarios del mundo y, sobre todo, ha hecho muy bien sus deberes en cuanto a la integración entre empresa y universidad, casi inexistente en muchos otros países. Por ejemplo es el caso de España, “The Collider” el programa de innovación de la Mobile World Capital Barcelona, presentó en 2019 que España ocupa la posición 12º en el ranking mundial en lo que es transferencia entre universidad y empresas, aunque cuenta con uno de los ecosistemas emprendedores más importantes de Europa con Madrid y Barcelona en cabeza.
Sin duda es clave para el éxito el tener una correcta financiación de las universidades, a diferencia de lo que ocurre por ejemplo en Europa, depende en gran medida de los proyectos financiados por empresas privadas, con lo que existen incentivos evidentes a colaborar con ella y además han logrado el mayor ratio de financiación de empresas de toda la OCDE. Este sistema es diferente al de los Estados Unidos, donde las universidades son privadas y en Israel son públicas, por lo que es un sistema más mixto.
En busca de la excelencia
El modelo combina la mentalidad de los israelíes y de los judíos, donde se une la gran importancia al trabajo científico y a la innovación tecnológica pero, también, no hay que olvidar que Israel invierte el 4,9% anual de su PIB en I+D, estando primero en el Ranking por % de inversión y seguido por Corea del Sur (4,3%) tras muchos años como líder mundial o de otros como Alemania (3%) o España con un 1,5%.
La gran mayoría de las universidades israelíes ofrecen programas conjuntos con otros países a través del intercambio de estudiantes y de la cooperación en investigación e innovación. Más allá de Estados Unidos y Europa, también se destacan programas de intercambio con Singapur o China.
El sistema universitario de Israel está formado por: