Invertir en clubes deportivos: ¿pasión o oportunidad real?

Para muchos, el deporte es un lenguaje universal. Lo seguimos con el corazón, lo vivimos con intensidad, lo defendemos como una parte de quiénes somos. Pero detrás de cada camiseta, cada estadio lleno y cada partido en prime time… hay una industria que mueve miles de millones. Y sí: como inversores, también podemos formar parte de ella. No se trata solo de comprar acciones de tu equipo favorito (aunque también), sino de entender cómo el deporte se ha convertido en un ecosistema económico global. Clubes, patrocinadores, plataformas de streaming, videojuegos, análisis de datos, e incluso el metaverso deportivo… Todo forma parte de una misma red. Y en el centro de esa red, el fútbol sigue siendo el protagonista.

Sports investing

El fútbol como activo económico

Durante años, los ingresos del fútbol venían principalmente de las entradas, los abonos de temporada y los sponsors en la camiseta. Hoy, eso ha cambiado radicalmente. La digitalización, el streaming, las redes sociales y el marketing global han transformado al fútbol en un producto de consumo masivo.

Un partido ya no se ve solo en el estadio ni en el bar de la esquina. Se transmite en directo a más de 100 países, se comenta en tiempo real en Twitter, se resume en Instagram, y se analiza al detalle en plataformas de datos. Este nuevo modelo no solo ha cambiado la experiencia como fans, sino también cómo podemos invertir en él como inversores.

¿Cómo se puede invertir en el mundo del fútbol?

Hay varias puertas de entrada, y no todas son iguales:

  1. Clubes cotizados en bolsa

Algunos clubes europeos permiten comprar acciones como cualquier otra empresa. No es muy común, pero existen casos relevantes:

  • Manchester United (NYSE: MANU): cotiza en Nueva York. Aunque el control sigue en manos de la familia Glazer, cualquier inversor puede comprar acciones clase A. Genera ingresos muy altos, pero arrastra deuda. Suspendió dividendos en 2023.
  • Borussia Dortmund (Fráncfort: BVB): uno de los pocos clubes alemanes cotizados. Tiene una política de dividendos simbólica y está muy ligado a la venta de jugadores jóvenes. Modelo sostenible, pero muy dependiente del rendimiento deportivo.
  • Juventus (Milán: JUVE): controlado por la familia Agnelli a través del holding Exor. Ha tenido varias ampliaciones de capital y escándalos recientes. No paga dividendos.
  • Ajax (Ámsterdam: AJAX): club históricamente bien gestionado, con fuerte modelo de cantera. No reparte dividendos, pero ha generado beneficios en ciclos positivos como la Champions de 2019.
  • Celtic (Londres AIM): el club escocés permite invertir en acciones preferentes que pagan dividendos fijos, aunque limitados. Las acciones comunes apenas reparten beneficios.
  • etc…

Este tipo de inversión es más emocional que rentable. Son empresas volátiles, ligadas a los resultados deportivos, y con estructuras donde los pequeños accionistas tienen poco poder de decisión. Pero si te gusta el fútbol y entiendes bien los ciclos de cada club, puede haber oportunidades interesantes.

  1. Empresas que viven del fútbol sin ser clubes

Aquí es donde entra el streaming, y donde los modelos de negocio se vuelven más interesantes desde una óptica inversora. Plataformas clave en el negocio del fútbol global:

  • DAZN: conocido como el “Netflix del deporte”. Emite LaLiga, Serie A, boxeo, MotoGP… y está creciendo de forma agresiva. Aunque aún no cotiza, ha planteado su salida a bolsa. Es una de las grandes promesas.
  • Amazon Prime Video: emite partidos de la Premier League y otros eventos. Su apuesta por el deporte es estratégica para retener suscriptores y ampliar su base global.
  • Apple TV+: firmó un contrato histórico con la MLS estadounidense. Todos los partidos en exclusiva hasta 2032. Se posiciona fuerte en el ecosistema digital del fútbol.
  • Disney / ESPN+: en EE.UU., ESPN sigue siendo el rey del deporte por televisión. A través de su plataforma de streaming, ya ha entrado en mercados europeos y latinoamericanos.
  • YouTube (Google) y Twitch (Amazon): han democratizado el fútbol. Hoy puedes ver partidos de ligas menores, femeninas o torneos juveniles en directo y gratis. Esto abre la puerta a nuevos públicos y a modelos basados en comunidad y publicidad.

Invertir en estas plataformas (donde sea posible) no es invertir directamente en fútbol, pero sí en el futuro del contenido deportivo, que cada vez más se consume bajo demanda, desde el móvil, y con nuevas capas de interacción (inteligencia artificial, datos en vivo, multiángulos…).

¿Vale la pena invertir en clubes o en el ecosistema?

Depende. Si lo tuyo es el largo plazo y buscas rentabilidad, los clubes cotizados no suelen pagar dividendos regulares, y muchos tienen márgenes operativos muy bajos. Pero si buscas entrar en momentos de valor, por ejemplo, después de una mala temporada o en rumores de compra por parte de fondos, puedes capturar buenas plusvalías.

Por otro lado, si te interesa el deporte como industria, las empresas que gestionan el contenido, los derechos o los datos (como Sportradar, Genius Sports o incluso Electronic Arts, con su más que conocido juego de fútbol EA FC, estas empresas nos frecen modelos más escalables, menos dependientes del resultado del domingo (o ya de casi cualquier día) y con márgenes más previsibles.

Reflexión final

Invertir en deporte es, en muchos casos, una mezcla de pasión y estrategia. Puedes hacerlo con el corazón, apostando por el club que amas. O con la cabeza, buscando rentabilidad en empresas que están transformando cómo se consume, se analiza y se distribuye el fútbol.

La clave está en conocer bien el modelo de negocio detrás: ¿de dónde viene el dinero?, ¿quién se lo queda?, ¿qué parte del pastel está abierta al inversor minorista? Si entiendes eso, puedes encontrar oportunidades reales. Y si no… siempre te quedará animar desde la grada.